Después de días de caminata y sacrificio, la 27ª Peregrinación de Palencia llegan

a su destino final: Esquipulas. Los peregrinos, con el corazón lleno de esperanza, se reúnen para venerar al Cristo Negro, símbolo de fe y protección.

Hoy celebramos con gran alegría otro año de trayectoria de esta emblemática peregrinación que, con fe y devoción, llega a nuestra Capital Centroamericana de la Fe. Esquipulas siempre los recibe con mucha alegría y un corazón lleno de esperanza.

Agradecemos al Colegio Montessori por su participación con la Banda Musical, y al Colegio Henry Ford por brindar alojamiento a los peregrinos, haciendo este recorrido de fe aún más especial.

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